jueves, 18 de febrero de 2016

Inventoras de mayor seguridad.

Como dijimos cuando presentamos la historia de Lady Jeune en Mujeres Tuercas sabemos que hay muchas mujeres en el automovilismo que no están detrás del volante (como las banderilleras/marshals, las ingenieras, las asistentes de prensa, las periodistas, etc) y en este #ThrowBackThursday, vamos a hablar de dos mujeres que ayudaron a la seguridad de todos con sus inventos: Mary Anderson y Charlotte Bridgewood.


Mary Anderson nació en la Plantación Burton Hill en Greene County, Alabama el 19 de febrero de 1866, en el comienzo del posterior Civil War Reconstruction Movement (Movimiento de Reconstrucción de la Guerra Civil).
A los 23 años, luego de la muerte de su padre, se mudó con su madre y hermanas para Birmingham, Alabama y empezó a trabajar como desarrolladora de bienes raíces al construir los departamentos Fairmont Apartments. Cuatro años después, en 1893 se volvió a mudar hacia Fresno, California donde gerenciaba un rancho ganadero y un viñedo, pero volvió a Alabama en 1898 para cuidar a una tía anciana.

Esta imagen de Mary Anderson se tomó aproximadamente
en la misma época en que se le ocurrió la idea del
limpiaparabrisas.

En el invierno de 1902 durante una visita a la ciudad de Nueva York, viajando en un tranvia durante un día nevado le llamó la atención que el maquinista iba con los dos paneles de la doble ventana frontal abiertos, enfrentando el mal clima (y también los pasajeros de las primeras filas) debido a la dificultad de mantenerlos limpios de la aguanieve que caía que dificultaba la visión y hacía que la mayoría de los conductores tuviera que sacar la cabeza por la ventanilla o hacer frecuentes paradas para limpiar el vidrio.
Como buena emprendedora, en seguida aparecieron en su cabeza ideas para solucionar este problema, a pesar de que no tenía ni conocimientos mecánicos ni estudios en ingeniería.
Así que cuando volvió a Alabama transformó su idea en realidad: primero contrató a un diseñador para crear un sistema, operado manualmente, que mantuviera el parabrisas limpio de lluvia, aguanieve y nieve sin que el conductor tuviera que salir del vehículo, y luego logró que una empresa local produjera un modelo del aparato.


Así que, en junio del año siguiente decidió presentarse en la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés), con un diagrama y la explicación del funcionamiento y los beneficios para los conductores que tendría su invento.
El 10 de noviembre de 1903 le entregaron la patente de inventora número 743.801, válida por 17 años, de un sistema automático para limpiar las ventanas frontales de los autos, controlado desde el interior del auto que ella llamó: "sistema para limpiar las ventanas de autos eléctricos y otros vehículos para quitar la lluvia, nieve, hielo o aguanieve del vidrio", llamado contemporaneamente: limpiaparabrisas. Su sistema consistía en una palanca dentro del vehículo que controlaba una lámina de goma del lado de afuera del parabrisas. La palanca podía operarse para hacer que el brazo que tenía un resorte se moviera en vaivén sobre el parabrisas. Usaba un contrapeso para asegurarse el contacto entre el limpia-parabrisas y la ventana.
Se habían hecho sistemas similares con anterioridad, pero el de Mary fue el primero en ser efectivo. Además, podía quitarse fácilmente "cuando no se lo necesitara, así no queda nada que pudiera arruinar la belleza natural de un auto durante el clima benigno."

Posteriormente, en 1905, trató de vender los derechos de su invento a través de la destacada firma canadiense "Dinning & Eckenstein", famosos por comercializar patentes, pero rechazaron su solicitud, mandándole una carta el 20 de junio que decía: "solo nos comprometemos en la comercialización de patentes en las que creemos que se pueden vender. Lamentamos informar que no consideramos su patente de un valor comercial tal como para emprender su comercialización." (...) "Si llegara a tener otras patentes a la venta, siempre estaremos contentos en darle nuestra atención rápida y cuidadosa."
En ese momento, los autos no eran algo común, todavía ni había aparecido el Ford Modelo T y muchos se burlaron de su invento diciendo que distraería a los conductores, así que Mary dejó que la patente se venciera en 1920 sin renovarla, ya que había sido una idea casual y no necesitaba el dinero luego de la herencia en joyas y piedras preciosas que había dejado su tía.

Mary Anderson

El invento fue un avance en la seguridad automotriz moderna tan indispensable que ya desde 1916, cuando el negocio de los fabricantes de automóviles había crecido exponencialmente, y su diseño básico de limpiaparabrisas se convirtió en equipamiento estándar para todos los vehículos.
Fue tan importante que al poco tiempo del vencimiento de la patente de Mary, en 1922, la marca Cadillac ya decidió adoptarlos como equipamiento en todos sus automóviles a la venta.

Y esa fue toda su participación en el automovilismo, ya que Mary continuó viviendo en Alabama, nunca se casó y siguió administrando sus departamentos hasta que murió el sábado 27 de junio de 1953 a los 87 años en su casa de veraneo en Monteagle, Tennessee. Su tumba se encuentra en el cementerio Elmwood Cemetery.

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Charlotte Amelia Dunn nació el 18 de agosto de 1861 en Ontario, Canadá y fue una mujer polifacética. Además de inventora y emprendedora, también fue cantante y actriz de vodevil, usando el nombre artístico Lotta Lawrence y directora de la Lawrence Dramatic Company (Compañía teatral Lawrence).
La familia de Charlotte había emigrado desde Irlanda hacia Canadá después de la Gran Hambruna Irlandesa de 1845-1852.

Charlotte Bridgwood

El 13 de diciembre de 1880 en Wentworth, Ontario, con solo 19 años se casó con George Bridgwood, quien le llevaba 35 años de diferencia, entonces su nombre completo pasó a ser Charlotte Amelia Dunn Bridgwood.
A pesar de los problemas con los hijos del primer matrimono de George, que eran mayores que ella, tuvieron tres hijos más: George Herbert Alexander Bridgwood, Norman William Bridgwood y Florence Annie Bridgwood, cuyo nombre artístico fue Florence Lawrence, que también dejó su aporte a la actuación y al automovilismo, como contaremos más adelante en este blog.
Debido a los constantes problemas con sus hijastros de mayor edad que ella, Charlotte se separó de George en 1893 y 5 años después, en febrero de 1898, su marido murió por un accidente con una pérdida de monóxido de carbono. Así que Charlotte emigró a los Estados Unidos y se mudó junto a sus tres hijos a Buffalo, Nueva York a la casa de su madre Ann Dunn, aunque continuó con sus actuaciones en la Lawrence Dramatic Company hasta que en 1906 se mudaron a la ciudad de Nueva York.

Madre e hija trabajon juntas en la reciente industria cinematográfica de principios de siglo, en la película de la Edison Manufacturing Company —del inventor Thomas Alva Edison— "Daniel Boone; or, Pioneer Days in America" (Daniel Boone; o Los primeros días en Estados Unidos) de enero de 1907 con Florence en el papel protagónico.
Se cree que durante la primera Guerra Mundial, le presentó al gobierno un invento que impedía que los vidrios se empañen, lo que era muy útil para usar en los lentes de los binoculares durante el mal clima. Pero nunca llegó a patentarlo, tal vez porque se consideraba a si misma como una artista en lugar de una ingeniera y tampoco se sabe si el gobierno lo aceptó.


En 1917, hizo evolucionar el invento al crear el "Electric Storm Windshield Cleaner" ("Limpiador eléctrico de parabrisas bajo tormentas" en español), el primer sistema de limpiador automático eléctrico, impulsado por el motor del propio automóvil, lo que fue una innovación importante y recibió la patente número US-1.253.929 en los EE.UU. Este limpiaparabrisas usaba un mecanismo de rodillo en lugar de láminas y el conductor solo tenía que encenderlo para que comenzara a moverse, evitando que quitara las manos del volante como en la versión manual de Mary Anderson, pero aunque Charlotte fundó y presidió la Bridgwood Manufacturing Company en Nueva York para vender su invento, no logró sacar dinero, ya que tampoco fue un éxito comercial. En seguida, otros rivales patentaron diseños con "prestamos" que resultaban demasiado similares al suyo. Y para cuando su patente venció seis años después, en 1923, Henry Ford ya había incorporado a los limpiaparabrisas automáticos como un elemento estándar en sus automóviles, sin haber conocido nunca la contribución de Charlotte.
Solo recientemente, hace poco más de 20 años, fue que Charlotte empezó a recibir el reconocimiento postmorten por su invención.

Busto colocado en la urna donde descansan los restos
de Charlotte Bridgwood

Charlotte murió repentinamente el 20 de agosto de 1929 en Hollywood, Los Angeles, un par de días después de cumplir 68 años. Sus restos fueron cremados y los habían enterrado en los nichos de la arcada. Su hija Florence Lawrence había gastado muchísimo dinero al mandar a esculpir un busto para su tumba, así que mediados de los años 2000, por pedido del autor Tony Luke Scott del libro "The Stars of Hollywood Forever" (Las estrellas del Hollywood Forever) los restos fueron mudados al columbario detrás de la capilla del cementerio Hollywood Forever, en Hollywood, California.


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